Más de 120 venezolanos esperaban el pasado lunes en Manta el avión de la compañía Avior que los llevaría hasta la ciudad de Barcelona, norte de Venezuela. Es uno de los tres viajes que hace semanalmente esta aerolínea y entre estos hay venezolanos que se han radicado en Ecuador.
En ese viaje estuvo Freddy Verde, desde hace ocho meses reside en Quito y comercia maní y tamarindo venezolano.
Otro viajero, Carlos Chávez, es periodista e hijo de ecuatorianos y hace 18 días arribó con unos 70 venezolanos a Manta y una de sus primeras gestiones fue validar su título ante la Senescyt. Laboró en el canal de la Asamblea Nacional de Venezuela, de la cual salió por diferencias, dice. Asegura que en febrero vendrá a Guayaquil para buscar trabajo en algún medio radial o audiovisual.
“Es una cosa muy triste lo que pasa en Venezuela. De los que vinieron conmigo (más de 70 venezolanos), el 40% ya tenía oferta de trabajo muchísimo mejor que en mi país y el 50% venía con planes de estudiar el mercado laboral de Ecuador”, expresa Chávez.
Anahí Murziola, de Caracas, afirma que en los últimos 18 meses ha ingresado cinco veces por Manta y aspira a que para fin de año pueda instalar un negocio de comida venezolana y ecuatoriana en Manta.
“Es bastante rentable la tranquilidad y la seguridad no se las cambia (en Ecuador)”, expresa Murziola.
Karla Romero, de Barinas, Venezuela, asegura que a pesar de que le gustaría trabajar acá no lo puede hacer por sus hijas. “Allá trabajo de gerente de una tienda, acá no puedo venir a hacer lo mismo, tengo que empezar de abajo”, relató.
Lolymar Rojas, oriunda de Carora, aprovechó para comprar el regalo de Navidad para su hija.
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