Cuatro horas esperó Robert C. para cancelar el impuesto aduanero de $ 321 por una televisión de 48 pulgadas que compró en Pasto en $ 720. Él viajó desde Manabí junto con su esposa y su hija pequeña para hacer compras en la frontera norte con Ecuador.
Como él, cientos de personas desde Chimborazo, Cotopaxi, Imbabura, Manabí, Guayas y Pichincha abarrotaron los almacenes colombianos de electrodomésticos de Ipiales y Pasto este fin de semana.
El motivo era el anuncio presidencial del jueves anterior de que todo producto que ingrese vía terrestre por el puente Rumichaca, en la frontera con Colombia, deberá pagar la salvaguardia arancelaria desde la próxima semana, igual que se lo hace en los puertos desde marzo pasado para casi 2.800 partidas.
Estas sobretasas van del 5% al 45% y en donde se incluyen, eletrodomésticos, teléfonos celulares, útiles escolares y de oficina, llantas para vehículos y bicicletas, entre otros.
Según la Policía Aduanera, el sábado hasta el mediodía cruzaron más de mil vehículos con destino a Ipiales y Pasto.
Pero este anuncio no desalentó a los compradores, al contrario su presencia se multiplicó para aprovechar los últimos días sin sobretasa.
“Los precios en Ecuador con impuestos y sobretasa son exorbitantes” se quejaba Augusto Coello, quien viajó para adquirir una lavadora-secadora Samsung por $ 1.000. En la marca Haceb cotizó localmente en cerca de $ 1.800.
Si hace una semana en un solo almacén de Pasto se vendían entre 20 y 25 computadores personales, este fin de semana la expectativa era de superar las 30 solo el sábado.
Los televisores con más demanda fueron los tipo Led y los Curve. Pero también fueron los artículos sobre los que había mayor control en la aduana de Rumichaca, donde los funcionarios no pudieron entregar datos sobre las unidades que cancelaron el arancel el sábado.
Si no justificaban con factura en mano que el producto comprado era para consumo personal y no para la venta, este era aprehendido.
La queja generalizada era la demora en recaudar. Solo cuatro personas atendieron en ventanilla para una demanda de cientos de compradores que gritaban agilidad a los funcionarios de la Aduana. Clima que se alteró cuando se anunció que el banco en donde se recaudaba cerraría a las 22:00. Los gritos de impaciencia se calmaron cuando se anunció el pago con tarjeta de crédito.
Artículos de ingreso por vía terrestre
La otra queja fue la falta de información por el desconocimiento de que cada persona no podía ingresar al país más de $ 2.000 en productos como las televisiones sin antes hacer un trámite con un agente de aduanas.
Las aprehensiones, especialmente de televisores, molestó a los usuarios que se resignaron a dormir en el recinto aduanero para seguir con el trámite el domingo y lunes.
Según la Ley, si el valor de las mercancías sujetas al pago de tributos supera los $ 2.000 (o su equivalente en otra moneda); deberá registrarse como importador, contratar los servicios de un Agente autorizado por la Aduana, obtener los permisos y licencias de importación según el producto y presentar la Declaración Aduanera de importación (DAI).
Los controles este fin de semana se reforzaron con policías aduaneros de Quito y Ambato.
"Somos ahora alrededor de cien elementos", contó uno de ellos quien pidió la reserva de su nombre y agregó que tiene la disposición de revisar cada uno de los vehículos con placa ecuatoriana que viene de Colombia.
También miembros del ejército se unieron al control, pero exclusivamente de armas y como soporte ante cualquier incidente.

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