Con un ritual indígena, que incluyó una limpia a los dirigentes de la marcha y un saludo con los brazos en alto a los cuatro puntos cardinales, se inició la última jornada de protesta contra el gobierno de Rafael Correa.
Salvador Quishpe, prefecto de Zamora Chinchipe; Mesías Tatamuez, de la Cedocut; Carlos Pérez Guartambel, de la Ecuarunari; Jorge Herrera, presidente de la Conaie; César Buelva, del Frente Popular, entre otros, pidieron a la ciudadanía participar activamente en el paro nacional de mañana.
Herrera, en una rueda de prensa, calificó de éxito la marcha, que en su décimo día llegó a Quito, y dijo que en todo su recorrido se movilizaron alrededor de 100.000 personas que siguen rechazando las políticas del régimen.
“El levantamiento es democrático y pacífico, pedimos corrección de políticas y actuaciones del presidente Correa”, indicó Herrera.
Mientras, Carlos Pérez Guartambel, de la Ecuarunari, denunció inconvenientes a lo largo de toda la marcha que se inició el pasado 2 de agosto en Tundayme, y nombró a un supuesto policía de inteligencia infiltrado a quien le aplicaron la justicia indígena.
Anunció para mañana una denuncia contra el infiltrado al que incautaron tres teléfonos celulares con información interna de los dirigentes de la marcha y detalles de sus agendas e itinerarios.
Mesías Tatamuez invitó a los ecuatorianos a participar mañana en el paro nacional del que dijo es una acción constitucional, igual que la marcha indígena.

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